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lunes, 5 de octubre de 2015

LA SOLEDAD DE LOS VALIENTES

Hace unos días fui a ver la película "Francisco: El Padre Jorge". Cuando elijo una película lo hago después de haber leído algún comentario o crítica de ella. Hay críticas negativas que en lugar de quitarte las ganas de ver el film, tienen el efecto contrario, el de hacerlo más atractivo. Pero no fue eso lo único que me decidió. También tuvo su peso el hecho de que entre su reparto estuviera una actriz española que siempre me ha parecido especial, me refiero a Silvia Abascal. Hay personas que parecen poseer eso que llaman "ángel", y creo que esta actriz lo tiene.
El director de esta difícil película es Beda Docampo. Quien lleva el peso del papel protagonista es Dario Grandinetti, un hombre cuya sola presencia es capaz de dar versatilidad a su interpretación.

Fotograma de la película 
"Francisco: El Padre Jorge"
(Imagen sacada de Internet)

La historia comienza cuando a una periodista, (Silvia Abascal), la envían a cubrir un reportaje sobre el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, o como él quiere que se le conozca, el Padre Jorge. A través de las entrevistas que la joven le irá haciendo,  conoceremos parte de la vida del religioso y, paralelamente, tendremos también información de la vida de la joven periodista. 
Ésta es una película que debería ver la gente, independientemente de sus creencias, ideologías,  o cualquier otra condición que les encasille en uno u otro grupo, porque es una película que de lo que habla principalmente es de Humanismo. Y al grupo de los humanos pertenecemos todos. O casi...
Lo que me hace permitirme expresar esta duda es lo difícil que se me hace entender el que haya humanos a los que pueda molestar que se haga el bien y que de sus buenos resultados, disfrutemos todos. 
Hay tres escenas que quiero resaltar porque hablan por sí mismas.
Según se nos explica en el film, el padre Jorge siempre ha estado comprometido con los más débiles, con los perseguidos, con los que su pobreza les convierte en carne de mafias. Nunca ha tenido problema en hablar en voz alta contra la corrupción. Y eso en sí mismo parece ser que, para algunos, sí es un problema.
Siendo ya Cardenal, recibe la visita de una importante política. Tan importante, que no le importa tener la descortesía de llegar tarde a la cita. Ésto se lo reprochará el Cardenal de una forma diplomática cuando, en un momento dado, la mujer ensalza el buen sabor del té que le ha sido servido:
Sí, -contesta el hombre-, me ha salido bien. He tenido mucho tiempo para prepararlo.
Eso no le corta ni un pelo a la representante política, quien va directa al grano pidiéndole, en un tono que sería más propio de una exigencia, que deje de insistir con el tema de la corrupción. 
Pues, -añade cínicamente-, los posibles futuros inversores podrían cambiar de idea, y marcharse con sus fortunas a otro país más cómodo para ellos.
Ante la negativa de "colaborar" por parte del  Padre Jorge, la mujer le recuerda que puede conseguir que le destinen a un pequeño despacho, aislado de la gente que él tanto quiere y tanto necesita ver. La respuesta del religioso no se hace esperar:
-¿Cree usted que voy a tener miedo?
En esto de las presiones también hay jerarquías. No se le amenaza igual a un Cardenal que a un sacerdote. Y eso me lleva a otra de las escenas que quiero resaltar. Se sitúa en un barrio marginal lleno de chabolas, donde la droga es la peor lacra. Un joven sacerdote suele ir allí a ayudar a la gente, sobre todo a los jóvenes, a los que intenta convencer de que deben dejar de consumirla. Cuando va caminando, adentrándose en ese laberinto lleno de chapas, una voz le advierte que si no deja de "molestar", su cuerpo acabará flotando en el río.
Hay que ser muy, pero que muy valiente para enfrentarse a eso todos los días. Sobre todo cuando llega el momento, que siempre llega, en que por luchar y defender lo justo, lo correcto, lo que es bueno para que la gente salga de la miseria, uno se queda sólo. Porque ese parece ser el destino de los valientes, la soledad. Y una de las soledades más terribles es la que aísla al justo del resto de los que, en principio, parecían ser de su mismo equipo. Esos que deberían defender lo que es bueno para la gente porque, entre otras cosas, esa era su misión, y que no se sabe en qué momento, deja de ser su principal meta y se convierte en su principal blanco. Y ésto me lleva a una de las escenas que más me impactó y enfadó, cuando después de haberse sabido que el Padre Jorge había sido nombrado Papa, uno de los Cardenales le advierte a otro, con un siseo digno más de una serpiente que de un representante de Dios en la tierra: 
-Alguno va a arrepentirse de haber votado a Jorge Bergoglio.
Estando rodeado por gente así, no es de extrañar que una de las peticiones que hace repetidamente el Padre Jorge a sus amigos, es la de que recen por él. 
Ahora que lo pienso si, como dicen, la vida es circular, los que por su buenas obras se quedan solos, acabarán coincidiendo en su peregrinaje. 
En cuanto a los otros, los malos de vocación, que no les preocupe andar buscando a nadie porque, a buen seguro, siempre estarán rodeados de los de su misma "camada". Ya saben, Dios les cría... 





5 comentarios:

  1. No he ido a ver la película y no creo que vaya a verla en cine...pero seguramente me encontaré con ella en el futuro y la disfrutare en casa.
    Me gusta mucho este hombre que con un solo pulmón y con mucha sencillez y humildad, se acerca a las personas y él nos acerca a Dios.
    Me quedo con los gestos, con las miradas, con las pocas palabras...al final, eso es lo que cala y llega dentro.
    Gracias por acércame la película a casa...Un abrazo y feliz día

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    1. Para mí la película no va sobre un sólo hombre, aunque aproveche para contarnos la vida del Papa. Va sobre un compromiso con la gente que nos rodea. De lo que habla en realidad, creo yo, es de la obligación que tienen aquellos que están en puestos de mucha responsabilidad de dar ejemplo. Les recuerda a ellos, y de paso, a todos nosotros, que los medios que la vida nos pone al alcance, no son sólo para conseguir nuestro bienestar, sino el bienestar común. Y lo que más me ha gustado es que nos recuerda que no hay que tener miedo cuando se está haciendo lo correcto.
      Espero que hayas tenido un buen día, el mío ha tenido un poco de todo. Un abrazo.

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  2. Me gusta Francisco aunque sea el Papa. Y todos los que los que se comprometen con la gente que les rodea, como dices.

    Espero que hayas tenido un buen día, hoy sí.
    Besos, amiga caminante.


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    1. Da igual el camino que cada uno elija. Lo importante es utilizar aquello que tenemos a nuestro alcance para ayudar a todos en todo lo que podamos. A mí también me cae bien Francisco.
      Hoy el día ha sido mucho mejor, gracias.
      Me ha gustado mucho la crónica que has hecho del acto de apertura de vuestro curso literario del viernes pasado. Estás hecha toda un experta reportera.
      Un abrazo, compañera de paseos.

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