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martes, 28 de julio de 2015

MUJER AL VOLANTE

No sé qué pasa que cuando sugiero a mis amigas ver alguna película de un determinado director, suelen salir con alguna excusa para no ir a verla. Ésto me sucedió el domingo pasado, cuando dejé caer que ya se había estrenado la última película de Isabel Coixet. Me desanimaron tanto, que no tuve más remedio que hacer lo que cualquiera hubiera hecho en mi lugar: ir sóla al cine. Aprovenchando el precio de los lunes, (aquí en Burgos, en los cines Van Golem, los lunes por la noche la entrada cuesta 4€), me escapé para descubrir la nueva historia que la señora Coixet nos cuenta bajo el título "Aprendiendo a Conducir".  Y como me gustó, quiero contársela.


(Imagen sacada de Internet)


Ya el reparto te da una garantía de que la interpretación va a tener calidad. La historia comienza cuando a la protagonista (Patricia Clarkson), su marido le anuncia en medio de una cena en un restaurante, que desea separarse de ella porque ya está con otra mujer.  Una vez dada la noticia, con bastante poco acierto, todo hay que decirlo, el hombre decide coger un taxi. El taxista es un hombre indio (Ben Kingsley). Cuando la mujer corre tras su marido, éste le apremia al taxista para que arranque y no haga caso de su mujer. Pero el hombre espera a que la mujer entre en el taxi también. Es así como el profesional del volante acaba siendo testigo mudo de la dramática situación. 
Una vez que ha dejado a la mujer, por orden de su marido, en la vivienda de la pareja, el taxista lleva de vuelta el taxi a la empresa donde trabaja. Es entonces cuando se percata de que la pareja se ha dejado un sobre en el asiento trasero del vehículo.  Cuando al día siguiente va a devolver el sobre, ya no va con el taxi, sino con el coche de la autoescuela donde trabaja por el día.
La mujer, a la que ya habían aconsejado amigos y familiares que se sacase de una vez el carnet de conducir, decide pedirle una tarjeta de la autoescuela. 
Cuando el primer día alumna y profesor empiezan a compartir clase y recorrido, comienza también un intercambio de conocimiento sobre la vida. El profesor enseña a su alumna técnicas de la conducción, y maneras de mantener el temple ante situaciones difíciles, y no sólo al volante.  Pero la mujer también tiene cosas que transmitir a su profesor, quien a pesar de parecer tener mucha teoría sobre la vida, en situaciones como la que se le presenta a él ante el matrimonio concertado que va a celebrar en pocos días con una mujer desconocida, parece estar un poco perdido.
Durante la película vamos conociendo también a otros personajes. La hija de la mujer, sus compañeros de trabajo, su amiga, que le mete en algún que otro lío preparándole una cita a ciegas. Por el lado del profesor, conoceremos a su sobrino, que vive clandestinamente en los Estados Unidos porque aún no tiene los papeles en regla, a la futura esposa del profesor-taxista,  muy bien interpretada por la actriz Sarita Choudhury. Todos ellos tienen un papel importante en la vida de los dos protagonistas.
Durante las clases, también sabremos más acerca de los sentimientos de estas dos personas, sobre sus creencias, sobre el día a día de cada uno. En el caso del profesor descubriremos que comparte una casa en un barrio de clase baja con otros compatriotas. Sabremos también sobre sus profundas creencias religiosas. De cómo tuvo que huir de su país, La India, donde era profesor universitario, viéndose perseguido por el hecho de pertenecer a la comunidad religiosa de los sijes. 
Una de las escenas más bonitas se produce cuando el profesor pregunta a su alumna, qué regalo le gustaría recibir a ella de un hombre. Dado que es escritora y crítica literaria, la respuesta parece obvia, le gustaría un libro. Pero no uno cualquiera, sino un libro de poesía. Entonces recuerda cuando su marido le solía regalar libros de poesía, y le dejaba siempre uno de los poemas marcado con un señalizador. Cuando ella abría el libro, descubría que el señalado, era un poema de amor. El profesor tiene en cuenta la sugerencia de su alumna, y cuando va al aeropuerto a recibir a su futura esposa, le lleva un ramo de flores y un libro de poemas de  William Wordsworth. Días después de la boda, descubrirá que ella no sabe leer.

Hace muchos años que me saqué el carnet de conducir, pero aún así, me han venido muy bien los consejos de este maravilloso profesor de autoescuela. Él y su alumna me han recordado una serie de cosas importantes para manejarme bien en el coche, y en la vida.
Si pueden, no se pierdan esta película.
Puesto que en el film se menciona al poeta William Wordsworth (1770-1850), no puedo despedirme sin dejarles al menos una frase de él:

Nutre mi alma en libertad y puros pensamientos: sea entonces tu amor mi guía, alivio y esperanza"

(William Wordsworth).

2 comentarios:

  1. Los consejos para manejarnos en el coche y en la vida no han de ser tan diferentes. No atropellar a nadie, lo más básico. No ir demasiado deprisa ni demasiado despacio. No hacernos daño a nosotros mismos.

    Un personaje muy bien trazado ese profesor de autoescuela. Tus amigas se lo perdieron.

    Un abrazo, amiga caminante.

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    1. Algunos directores tienen una forma particular de contar las historias que se reflejan en las películas que dirigen. A esos directores algunas personas les tienen por "raros". Yo prefiero definirlos como "originales". Me hace mucha gracia cuando salgo de alguna película, y yo voy con la sonrisa puesta de satifacción, y la persona que me acompaña va echando humo porque no le ha gustado nada.
      Esta película es para "todo el público". Y es una lección de vida. Tiene unos personajes muy ricos en matices. Tú, si puedes, no te la pierdas.
      Un abrazo grande.

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